Ocurre pocas veces, tal vez una en cada década, pero por fortuna, no dejan de llegarnos maravillosos ejemplos de películas de ciencia ficción que, destinadas en principio a un público muy reducido, acaban convirtiéndose en auténticos filmes de culto, estrenadas en cines de todo el mundo y aclamadas por público y crítica. Desde ese estrafalario y sorprendente artefacto cinematográfico que fue Cube hasta las locuras psicotrópicas y terroríficas de Mandy, uno no debe de perder de vista nunca el cine de género, porque puede encontrarse joyas realmente excepcionales que pasarían desapercibidas si solo nos acercamos a las salas a ver la película blockbuster de turno. Por fortuna, todavía hay sitio para producciones más modestas, pero igualmente potentes por su premisa. El Hoyo es una de ellas.
Dirigida por el debutante Galder Gaztelu-Urrutia, la película se ha convertido en todo un hito dentro del cine de ciencia ficción español, porque ha conseguido ganar en el mismo año los festivales de Toronto y Sitges, dos de los más importantes del mundo en cuanto a cine de género. El premio en Toronto ya hizo que muchos pusieran sus ojos en este filme realizado por completo en el País Vasco, y que cuenta con algunas caras conocidas en su reparto, pero desde luego no tenía visos de convertirse en un éxito. Sin embargo, la abrumadora recepción de la crítica y el público en los festivales, sus premios y lo potente de su premisa han hecho que se estrena también en cines de medio mundo, incluidos algunos en nuestro país, donde está dejando muy buen sabor de boca.
‘El Hoyo’ combina thriller y ciencia ficción
Galder Gaztelu-Urrutia es de los que saben sacarle partido a todo lo que tienen, aunque no sea mucho, y lograr con una historia muy potente que nadie eche en falta grandes medios o efectos especiales increíbles. No, esto no es Marte, Gravity o Miniority Report. Es cine de autor, cine con crítica social, pero enfundado en un espectacular traje de ciencia ficción que, combinada con el aspecto de thriller absolutamente desasosegante que tiene, dota a la película de un aura muy especial. Podríamos decir, sin querer desvelar más de lo necesario, que es una especie de distopía en la que hay cárceles o prisiones por niveles, donde cada cual debe luchar por sobrevivir, pero también por mantener ese apego a su parte más humana y solidaria…
¿De qué trata esta película?
El argumento de El Hoyo es tremendamente original y desde luego no deja indiferente a nadie. En un futuro relativamente cercano existe una prisión en la que hay encerradas numerosas personas en diferentes niveles. Hay dos presos en cada nivel, aunque se desconoce el número total de niveles que existen. Todos ellos van desde el más alto, al más bajo. Cada día, una bandeja llena de comida aparece por una abertura en el centro del primer nivel y va bajando hasta el último. En cada uno de ellos permanece dos minutos, a merced de lo que los presos quieran disponer de ella. Evidentemente, si los de arriba toman toda la comida, cuando llegue abajo, a los últimos noveles, ya no habrá nada. ¿Serán egoístas o se dejarán llevar por la solidaridad? Hay que tener en cuenta que cada semana, los niveles cambian y los que antes estaban arriba del todo pueden estar ahora en lo más bajo…
El reparto
Más allá del director, el debutante Galder Gaztelu-Urrutia, el guion es firmado por David Desola y Pedro Rivero, dos expertos en el medio, que ya firmaron Psiconautas hace unos años. En cuanto a los actores, el papel principal es para Ivan Massage, al que acompañan un buen número de secundarios, con Antonia San Juan a la cabeza. Podemos encontrar también a Emilio Beale y Zorion Egileor, a Alexandra Masangkay, Eric Goode, Algis Arlauskas, Miriam Martín y Óscar Oliver. El reparto es uno de los grandes aciertos en una película donde no hay mucho artificio y la historia lo es todo, de cara al espectador. Las actuaciones de los actores elevan el nivel de dramatismo de la obra y suponen el complemento perfecto a un gran guion.
Recepción del público y la crítica
La acogida de El Hoyo por parte de la crítica y el público no podría haber sido mejor. Después de llamar mucho la atención en los festivales, especialmente en Sitges, donde se ha convertido en la primera película española en ganar el gran premio del festival, los medios comenzaron a mostrar más interés en la cinta, que se ha estrenado en varios países en todo el mundo con resultados discretos pero aceptables para una película de su presupuesto. De hecho, la cosa ha ido tan bien que la propia plataforma Netflix se ha hecho con los derechos del filme, y la estrenará dentro de poco en su catálogo, para que pueda ser disfrutada en todo el mundo.
