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Sasha Grey, del porno al cine comercial

Marina Ann llegó a Los Ángeles, California, con tan solo 18 años, y con un montón de ilusiones por conseguir vivir de lo que más le gustaba, el mundo del espectáculo. La joven se había criado al norte del estado, en su capital, Sacramento, una ciudad que siempre ha sido comparada para mal con la urbe angelina. Y es que es complicado estar en la misma liga que una ciudad donde viven el 80% de los famosos del planeta, donde las mansiones copan la mayoría del espacio, y hasta el aire parece tener magia. Los Ángeles se ha convertido en el sueño americano después de robarle a Nueva York esa esencia que mantenía a principios del siglo XX. Una ciudad soleada, gigantesca, con playas de arena fina y que ofrece oportunidades a todo aquel que las busca. La joven Marina Ann era una de tantas chicas que llegaba a Hollywood tratando de abrirse camino. Y lo consiguió.

Fue un gran sacrificio. Había dejado los estudios al graduarse en el instituto y ya llevaba un tiempo trabajando como camarera para costearse sus clases de actuación y baile. Era una chica diferente al resto y ella lo notaba. Más tarde reconocería haber sufrido un leve acoso en el colegio, más indiferencia que agresiones. Era como pasar desapercibida para todos, como si no pudiera encajar en ningún sitio. Tal vez por eso decidió marcharse a Los Ángeles en cuanto tuvo ocasión. Allí su vida cambió radicalmente, tanto que incluso escogió un nuevo nombre. Al año de estar en la ciudad de las estrellas, Marina ya era Sasha Grey, una de las actrices porno debutantes con popularidad. Internet ya había hecho despegar la industria a unos niveles nunca antes conocido, y había convertido en virales a esas jóvenes actrices que comenzaban a despuntar. Sasha era una de las más especiales porque tenía un carisma especial, diferente. Era capaz de seducir a la cámara con su belleza y su intensidad en cada escena, pero aspiraba a más. Nunca quiso ser “solo” una actriz de cine X, y cimentó su carrera para llegar a otras cotas, incluyendo el cine comercial.

Una estrella del cine X

Sasha comenzó como actriz cuando apenas tenía 18 años y llevaba unos pocos meses en Los Ángeles. Utilizó un alias diferente en aquellas primeras producciones, Anna Karina, apuntando ya a que aquella chica no era como las demás. Karina era la esposa de Jean Luc Godard, uno de los directores franceses más influyentes de la historia. La joven actriz había entrado en el mundillo del porno convencida por su pareja, el director Ian Cinamon, con quien comenzó a salir meses después de cumplir los dieciséis. En apenas unos meses consiguió llamar la atención de toda la industria, incluyendo a grandes estrellas como Rocco Sifredi o Jenna Jameson. Había nacido una nueva leyenda del porno, y estaba dispuesta a llegar donde hiciera falta para grabar su nombre con letras de oro en la industria. Los premios no tardaron en llegar, y antes de cumplir los 20 Grey ya era consideraba como una de las pornstars más populares.

Sus escarceos con el cine comercial

Su estilo era diferente al del resto de chicas que triunfaban en aquel momento. No era tan exuberante como la mayoría de sus compañeras, pero poseía una belleza exótica y salvaje que la hacía destacarse con mucho sobre las demás. Llegaron las portadas, primero en revistas masculinas como Penthouse, y posteriormente en otras de gran tirada como Rolling Stone, donde apareció en diversas ocasiones. Atraía la atención de grandes fotógrafos y artistas, aparecía en videoclips de grupos conocidos como The Roots y The Smashing Pumpkins, y no tardó también en tener papeles en el cine comercial. Lo sorprendente es que, al contrario que otras muchas compañeras, no se decidió por cameos o papeles de comedia en películas de serie B. Grey quería demostrar su talento interpretativo y lo hizo de la mano del gran Steven Soderbergh.

El director de cine y teatro es uno de los autores más respetados en la escena indie americana, y escogió a Grey como protagonista de su film más sexual, The Girlfriend Experience. Rodada en Nueva York y estrenada en 2009, cuando la joven actriz solo tenía 21 años, Aquella película se convirtió en todo un hito para Sasha. En el film, la actriz interpreta a Chelsea, una prostituta de lujo que cobra 10.000 dólares por noche a clientes adinerados, con el beneplácito de su novio. Hay escenas sexuales en el metraje, por supuesto, pero la película se centra mucho más en mostrar las emociones de los protagonistas ante una situación compleja. El dinero les permite llevar un gran nivel de vida, pero hay momentos duros en los que sus ideales parecen venirse abajo. La actuación de Grey fue aplaudida unánimemente, y le permitiría seguir en pequeños papeles en el cine comercial, o protagonistas, como en Open Window, de Nacho Vigalondo.

También autora y cantante

Todo esto ocurría mientras la chica seguía rodando películas para adultos, en una carrera paralela de la que no quería bajarse, porque la disfrutaba. Con solo 21 años había tomado el control de lo que hacía, representándose a sí misma con su propia agencia, y montando una productora. Grey tenía muy claro lo que quería, y entendía que no podía ser simplemente una actriz más dentro de la industria. En el 2008 también comenzó a coquetear con el mundo de la música, a través del proyecto industrial AteleCine, que lanzó un vinilo con varias canciones ese mismo año. Ha participado en vídeos de bandas muy reconocidas, y también ha colaborado en algunas versiones en directo de grupos independientes californianos.

Otra de las facetas más destacadas de Grey ha sido la escritura. Tras lanzar un documental sobre su propia experiencia dentro del mundo del porno cuando apenas llevaba cuatro años en la industria, y retirarse en 2011, la actriz también decidió editar una novela erótica. La Sociedad Juliette sorprendió a todos por su calidad y por la buena acogida que tuvo en un sector que estaba creciendo como la espuma gracias a 50 Sombras de Grey. En 2018, la actriz lanzó su segundo libro, La Habitación Prohibida, que seguía la estela del anterior. Durante todos estos años ha colaborado en diversos documentales y libros colaborativos, especialmente sobre el tema del sexo y el porno. También ha escrito numerosos artículos para medios de comunicación tanto digitales como en papel.

La vida de Sasha Grey en la actualidad

Grey, ya alejada del mundo del porno, ha seguido trabajando en diferentes proyectos durante esta última década. La joven supo aprovechar su popularidad para crearse una imagen de marca que le permitiera llegar a mucha gente, y conseguir una gran comunidad de fans. Estos apoyan cada uno de sus lanzamientos, incluyendo su incursión en el mundo del stream jugando a videojuegos en la plataforma Twitch. Sus cuentas en redes sociales están llenas de fotografías interesantes, de viajes, de sus actuaciones como DJ por todo el mundo… Sus millones de seguidores siguen muy atentos cada paso que da, y todos desean volver a verla en una producción para adultos, algo que parece casi imposible si nos atenemos a sus declaraciones más recientes. Sus escenas más míticas, sin embargo, quedarán para siempre en nuestras retinas.