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Poderosa afrodita, el cuento de la prostituta ingenua

La prostitución ha sido siempre un trabajo denostado y marginado, como el último reducto para las mujeres. Ya de por si estigmatizadas por su propio sexo, el hecho de dedicarse a este tipo de servicios no hacía más que acrecentar esa maldita carga sobre sus hombres. Curiosamente, la prostitución ha existido desde siempre, y sigue existiendo en todo el mundo, incluyendo los países que la tienen “prohibida”. Son millones las mujeres que se dedican a este tipo de placeres en todo el planeta, en una proporción mucho mayor a la de los hombres. Y es que los que consumen sexo de pago son ellos, varones tanto heterosexuales como homosexuales. En los últimos tiempos, los gigolós también se están volviendo muy populares y la libertad sexual imperante hace que muchas mujeres también quieran disfrutar de ellos. Sin embargo, la imagen prototípica de la prostitución es la de una chica joven, necesitada de dinero, atractiva y que busca en el placer la salida a toda su oscuridad.

Sin embargo, el cine no ha querido llevar esa imagen a las películas en muchas ocasiones. Ha preferido mostrarnos una visión mucho más edulcorada, como de cuento de hadas. Pasó con Irma la Dulce, luego con el hit que supuso Pretty Woman, y poco después, también con poderosa afrodita. La prostituta ya no era una chica de los bajos fondos, sino una joven ingenua, fuerte e independiente, que tenía dudas y se enamoraba, como cualquiera de nosotros. En un intento por “normalizar” a estas mujeres, los directores y guionistas de estas películas obviaban, a propósito, todo el contexto en el que su trabajo se desarrolla. Y es que cuando una chica se emplea como amante profesional debe pasar por situaciones que están lejos de ser precisamente idílicas. Deben trabajar para clientes que obviamente no les van a a atraer para nada, y hacerlo con ellos de la misma forma. Deben ser profesionales, pero también tienen sus propios sentimientos, sus emociones. Y eso es lo que vemos en Poderosa Afrodita, el acercamiento del genio de Manhattan Woody Allen a este tema.

Sinopsis de la película

La película tiene como protagonista masculino al propio Woody Allen, algo habitual en su cine. En esta ocasión, el director interpreta a Lenny, un periodista deportivo irónico y algo desencantado con la vida. Para salvar su matrimonio, su joven esposa, interpretada por Helena Bonham Carter, le convence para adoptar a un bebé. El niño traerá nuevas ilusiones a la pareja, y además, Lenny se quedará entusiasmado por su imponente inteligencia. Sin duda, el crío es un superdotado, así que el periodista decide buscar a su madre biológica para comprobar si ella también lo es. Lo divertido comienza cuando de hecho la encuentra, solo  para descubrir que es una prostituta joven y muy atractiva, pero demasiado  ingenua, que aspira a ser actriz.

Linda, el personaje de Mira Sorvino, es una joven que quiere convertirse en estrella de cine, y para eso llegó a la gran Nueva York. Sin embargo, las cosas no salieron como ella esperaba. Se la mu8estra como una auténtica paleta, una chica con buenas intenciones pero muy pocas luces, que tuvo que dar a su hijo en adopción por no poder hacerse cargo de él. Al conocerla, Lenny se enternece con su historia y trata de ayudarla, saliendo de la prostitución. Llegan a tener relaciones y ella queda embarazada, pero no le dice nada a Lenny. Simplemente se casa con un piloto que cree que la niña que ella espera es suya. Con una estructura que recuerda a la de las antiguas tragedias griegas, la película está llena de diálogos mordaces e irreverentes, y situaciones absurdas.

Una obra de Woody Allen

En los años 90 muchos ya daban por muerto a Woody Allen, después de un par de décadas realizando auténticos clásicos para la comedia. Sin embargo, el neoyorkino demostró que seguía siendo todo un maestro a la hora de crear seguramente los mejores diálogos que se puedan ver en pantalla grande. Tras estrenar Balas Sobre Broadway solo un año antes, Allen descarga de nuevo toda su hilaridad en una película que tiene ecos de tragedia griega, pero actualizada. Los rumores de su separación con Mía Farrow y su juicio posterior ya estaban empezando a afectarle, aunque seguía realizando una película por año, a un ritmo brutal. De hecho, Poderosa Afrodita le consiguió una nueva nominación a Mejor Guión Original en los OScars.

Mira Sorvino, una encantadora prostituta

La visión de Allen sobre la prostitución es absolutamente anecdótica en esta película. Mira Sorvino interpreta a Linda, la escort con la que Lenny se encuentra al tratar de dar con la madre biológica de su pequeño. La prostituta se representa como una chica guapa pero sin mucha elegancia, una verdadera paleta con muy pocas luces que solo ha podido encontrar trabajo en la prostitución. Linda tiene sueños enormes, pero se debe conformar con lo que hace cada día. Esta situación le ha hecho entregar en adopción a su propio hijo, porque no puede mantenerlo. Esto la ha roto por dentro, y esa tristeza también se deja entrever en algunas escenas, aunque el tono de la película siempre gira en torno a la comedia. El personaje es dulce y tierno, mucho más ingenuo incluso que el de Julia Roberts en Pretty Woman, y eso hace que empatices más fácilmente con él.

Recepción del público y premios

Woody Allen es uno de los cineastas más respetados y seguidos por el público, aunque es cierto que sus películas nunca son taquillazos enormes. Así mismo, la crítica lo adora casi siempre, pero luego no suele llevarse muchos premios importantes. Con esta película consiguió dos nominaciones a los Oscar, a Mejor Guión y a Mejor Actriz de Reparto para la espectacular MIra Sorvino. La chica se llevó su premio, pero Allen no consiguió el de guión. Sorvino también logró el Globo de Oro y muchos otros premios por su interpretación, que para la mayoría, fue lo más espectacular de toda la película.

La crítica ya recibió con los brazos abiertos esta divertida y fresca tragicomedia griega actualizada, pero el tiempo le ha dado aún más valor. De la ingente producción de las tres últimas décadas, es una de las películas favoritas de sus fans, uniendo además a los de la “antigua generación” con aquellos que le estaban descubriendo ya en los 90 y posteriormente en el nuevo siglo. Una película tierna y dulce que está llena también de irreverencia y sarcasmo, y que sin duda supuso algo muy diferente a lo que se pudo ver en los cienes en 1995, donde los taquillazos Made in Hollywood dominaban la cartelera.